Minutos antes de que un tsunami impacte en la costa, un fenómeno particular llama la atención de quienes se encuentran cerca del mar y es que el agua comienza a retirarse de forma abrupta, dejando al descubierto extensas franjas de arena y zonas del fondo oceánico que normalmente permanecen ocultas. Aunque puede parecer un evento aislado, en realidad es una advertencia natural de lo que está por venir.

Este comportamiento se percibió en las costas de Acapulco, México, luego de que un terremoto de magnitud 8.7 sacudiera la península de Kamchatka, en Rusia. A pesar de la gran distancia entre ambos puntos del planeta, las variaciones en el nivel del mar obligaron a las autoridades mexicanas a emitir una alerta preventiva. Según informó la Secretaría de Marina (Semar), se esperaban cambios en el nivel del mar de entre 30 centímetros y 1 metro en el litoral del Pacífico Mexicano, a partir de las 02:00 horas del miércoles 30 de julio.

Así fue el debastador tsunami en Rusia
Así fue el debastador tsunami en Rusia

¿Por qué se retira el agua del mar antes de un tsunami?

Cuando un terremoto ocurre bajo el lecho marino y genera un desplazamiento vertical abrupto del fondo oceánico, el equilibrio del agua que lo cubre se ve alterado. Esa energía liberada se transmite al océano, generando olas que se propagan en todas direcciones a gran velocidad. Este fenómeno es lo que se conoce como tsunami.

A diferencia de las olas normales, las olas de un tsunami tienen una longitud mucho mayor: pueden superar los 100 kilómetros y transportan una enorme cantidad de energía desde las profundidades del mar. Al acercarse a zonas costeras y encontrar aguas menos profundas, la velocidad de la ola disminuye, pero su altura aumenta de forma considerable.

El mapa del terremoto que sacudió Rusia y derivó en alertas del tsunami en distintos puntos del mundo
El mapa del terremoto que sacudió Rusia y derivó en alertas del tsunami en distintos puntos del mundo

En algunos casos, la primera parte del tsunami que llega a la costa no es una cresta de ola, sino una depresión. Este vacío genera un efecto de succión que provoca el rápido retroceso del agua hacia mar adentro. Este retiro repentino es una señal clara de que una ola gigante puede estar en camino. Luego, la masa de agua regresa de forma violenta a la costa con gran fuerza, pudiendo causar daños devastadores.

¿Qué hacer si el mar se retira de la costa?

Si una persona observa este fenómeno, en especial luego de un sismo, debe alejarse de inmediato de la zona costera y buscar refugio en zonas elevadas. Las autoridades locales suelen emitir alertas a través de medios oficiales, pero la observación directa de este cambio en el mar también puede salvar vidas.

¿Todos los sismos generan tsunamis?

La respuesta es no. Para que un terremoto produzca un tsunami, deben cumplirse ciertas condiciones. Según explicó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de México, el epicentro debe ubicarse bajo el mar y el fondo oceánico debe moverse en sentido vertical. La magnitud del sismo también es clave, ya que mientras mayor sea la deformación del lecho marino, mayor será la ola generada.

El océano Pacífico es la región más propensa a la formación de tsunamis debido a su intensa actividad sísmica. Países como Chile, Perú, Japón, Indonesia y México se encuentran sobre el llamado “Anillo de Fuego”, una zona de alta sismicidad donde estos fenómenos son más frecuentes.

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