Hay nombres míticos en la industria musical y uno de ellos es el de Quincy Jones. El productor, compositor, arreglista, empresario y trompetista ha muerto los 91 años en su casa de Bel Air en Los Ángeles. La familia ha informado de la triste noticia a través de un comunicado.
“Esta noche, con el corazón lleno pero destrozado, debemos compartir la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones. Y aunque esta es una pérdida increíble para nuestra familia, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él”, compartía su representante Arnold Robinson.
Imposible no pensar en artistas como Michael Jackson ante esta pérdida y es que Quincy Jones fue el productor del que todavía sigue siendo el álbum más vendido de la historia, Thriller. Ni fuer el primero ni el último que produjo para el rey del pop. También metió mano en Off the Wall o Bad.
Quincy Jones: Una carrera de éxitos
Estuve presente a lo largo de diversas décadas trabajando con los más grandes. Ya en los años 50 estuvo trabajando con Dinah Washington, Sarah Vaughan o Ella Fitzgerald. En los 60 llegó a la vida de Frank Sinatra, Peggy Leeo Sammy Davis Jr. Una década después contribuía a convertir en leyenda a Aretha Franklin, Marvin Gaye o Stevie Wonder.
Aunque quizás, una de sus etapas de mayor éxito fue en los 80 cuando empezó a trabajar con Michael Jackson, Donna Summer o George Benson donde sus ventas eran multimillonarias.
Su carrera siguió y, como muestra de su gran versatilidad en la música, en los 90 le vimos trabajar lo mismo con Celine Dion que con U2 o Tupac Shakur.
Quincy Jones: Historia de superación
La suya es una historia de superación. Su familia era descendiente de esclavos y él nació en el seno de una familia humilde. Tenía solo diez años cuando ingresaron a su madre en un psiquiátrico. Y su padre, que había sido jugador de béisbol tuvo que reconvertirse en carpintero en Seatle.
Fue en esa ciudad donde Quincy Jones descubrió la música y con tan solo 14 años ya tocaba por los clubes nocturnos de la ciudad junto a Ray Charles. Fue con la mayoría de edad cuando se mudó a Nueva York para estudiar en Berklee donde conoció a Dizzy Gillespie quien lo contrató como trompetista para su orquesta. Fue el comienzo de su idilio con el jazz.
Luego llegó su etapa de productor y arreglista que le convirtieron en leyenda. También destacó en el cine como creador de bandas sonoras que incluyen las de El prestamista (1964), A sangre fría (1967), En el calor de la noche (1967) o El color púrpura (1985). También puso sintonía a series como El príncipe de Bel-Air o Los Simpson. Tras varias nominaciones a los Oscar, finalmente le entregaron un premio honorífico.
Quincy Jones: Un hombre sin filtros
Tener su estatus le permitía decir lo que pensaban sin filtros. Llegó a asegurar en alguna ocasión que Paul McCartney era un mal bajista y los Beatles los peores músicos de mundo, que Michael Jackson robó muchas canciones o que U2 no hace buena música.
Su muerte llegaba justo un día después de celebrar el cumpleaños de Martina Jones, una de los siete hijos que tuvo con cinco mujeres diferentes. “Feliz cumpleaños a mi Tina Beena @martinafotos1!! 🎉. ¡Tan orgulloso de ser tu papá! Abrazo grande, te amo eternamente 🫶🏾💜”, escribía junto a una imagen con ella.
La familia siempre lo fue todo para él y así lo reflejó en una campaña con Tommy Hilfiger que los reunió a todos en la foto familiar que le llenaba de orgullo. “Si sabes algo sobre mí, entonces ya sabes que mi familia lo es todo para mí, así que estas fotos siempre tendrán un lugar especial en mi ❤️”, compartía en aquel momento. Escribió su propia autobiografía y hace un par de años, con 89, publicó 12 Notas. Sobre la vida y la creatividad, una guía de autodesarrollo con la que pretendía confirmar que la creatividad es una llamada que puede y debe ser respondida sin importar la edad que tengas. Lecciones de vida que partían de la suya propia y la de sus múltiples colaboradores a lo largo de tantas décadas. Un manual con el que quería dejar clara la importancia de dejar que la honestidad, el trabajo duro y las buenas relaciones, y no el ego, impulsen tu carrera.
