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La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, reveló este sábado que el gobierno de Javier Milei presentó una denuncia contra el expresidente boliviano, Evo Morales, por la convivencia que mantuvo con cuatro menores durante el asilo político que le brindó el expresidente Alberto Fernández, que se suma a una causa por abuso a menores en su país.
“Morales, denunciado. El delito en suelo argentino se paga”, publicó Bullrich en su cuenta de X. ”A la causa por abuso de menores que ya tiene abierta en Bolivia se suma algo aún más aberrante: al socialista expresidente boliviano se lo acusa de haber convivido con 4 adolescentes durante el asilo político que le brindó el kirchnerismo”, dice el texto de la ministra.
La publicación, que está acompañada por un audio de una entrevista en la que Bullrich hablaba del tema, menciona: “El peor de los delitos es en nuestro suelo. Por eso, hace 15 días presentamos una denuncia por presunta comisión de delitos de trata de personas y abuso sexual”.
Bullrich dijo que no se hizo publicidad de este proceso por “los niveles de violencia que había en este momento en Bolivia”, en referencia a los cortes de ruta que llevan adelante los seguidores de Evo Morales en su bastión del Chapare, en el centro del país. Sin embargo, repitió que la situación está judicializada en la Argentina desde hace dos semanas.
“Niñas como obsequios”
Las denuncias acusan a Morales de convivir con menores durante su estadía en la Argentina, entre 2019 y 2020. Las víctimas habrían sido trasladadas desde Bolivia para realizar labores domésticas en su casa.
En uno de los testimonios adjuntados se menciona que una exdirigente y allegada de Morales, Angélica Ponce, quien denunció que durante sus visitas al expresidente observó a menores cumpliendo roles que describió como “serviles” en la residencia pagada por el gobierno argentino.
Ponce también señaló que Morales recibía “niñas como obsequios” de quienes deseaban obtener favores gubernamentales. Recordó cómo Morales llegaba a comentar abiertamente que “todos los que querían tener obras le regalaban una niña”, y añadió que ya no era momento de callar. “Nadie puede callar más, Dios nos va a ver,” afirmó.
“La justicia boliviana debe demostrar su compromiso con las víctimas” dijo, y reveló que fue testigo de que Morales compartía la residencia con tres menores de edad y Noemí M., una joven que fue foco de investigaciones previas, luego de que la policía obtuviera fotografías y mensajes de texto que comprometían al exmandatario.
Vinculado con esto, la Fiscalía boliviana tiene otra causa abierta contra Morales por un caso abuso sexual y trata de una menor de 15 años de la ciudad boliviana de Yacuiba-Tarija, que se alega fue víctima del exmandatario. Esta menor, según las investigaciones, habría viajado frecuentemente a México y a la Argentina para acompañar a Morales, con el consentimiento de sus padres.
La Fiscalía presentó una querella el 26 de septiembre, acusándolo de estupro agravado y trata de personas. Debido a esta causa abierta, los seguidores del dirigente lo blindaron en su región del Chapare, cortando las rutas de acceso para evitar una posible orden de captura, en una tensa situación que viene implicando además choques con la policía y tomas de cuarteles militares.
LA NACION