En las últimas horas, el presidente ha denunciado que Evo Morales ha instruido un bloqueo de carreteras con el objetivo de interrumpir las comunicaciones entre regiones, impedir el paso de alimentos y frenar la provisión normal de combustibles, lo que afecta directamente la economía y la vida cotidiana de la población boliviana.
El mandatario señaló que estas acciones no son nuevas y forman parte de una estrategia conjunta con sectores de la derecha para sabotear el desarrollo económico y político del país, incluida la negativa a la aprobación de créditos internacionales y leyes sociales en beneficio del pueblo trabajador.
Además, afirmó que Morales miente al justificar sus protestas como actos en defensa de la economía, la inflación y la canasta básica. Según el presidente, la verdadera intención de Morales y sus seguidores es forzar su renuncia y la de todo el Gobierno para habilitar su candidatura presidencial de manera ilegal.
El jefe de Estado advirtió que Morales amenaza con ser candidato “por las buenas o por las malas” y que está dispuesto a llevar al país a un enfrentamiento social, violencia y ruptura del orden constitucional para imponer su voluntad.
Finalmente, el Gobierno reafirmó su compromiso con la realización de las Elecciones Generales el próximo 17 de agosto, respetando la Constitución Política del Estado, y llamó al pueblo boliviano a defender la paz social y la democracia frente a los intentos de convulsión.