Moscú asegura que es el misil más poderoso del mundo de su tipo, capaz de evadir los sistemas de defensa actuales y lo que es más peligroso: puede portar ojivas nucleares.
El cohete voló casi 6.000 kilómetros desde el cosmódromo de Plesetsk, en el noroeste del país, hasta la península de Kamchatka, en el extremo oriental ruso.
El anuncio de este miércoles llega en plena tensión por la invasión de Ucrania y preocupa especialmente en Occidente.
De hecho, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha asegurado que el misil servirá como advertencia a sus enemigos.