El expresidente Evo Morales llamó por segunda vez a las organizaciones sociales afines a declarar un cuarto intermedio en los bloqueos, con el objetivo de abrir el camino hacia un diálogo nacional propuesto por el Gobierno. El primer pedido lo realizó el pasado viernes pero fue rechazado por los sectores quienes siguen cerrando el paso entre Cochabamba y santa Cruz.
“Hago un llamado al Estado Mayor del Pueblo, al Pacto de Unidad, a declarar un cuarto intermedio a la espera del diálogo nacional. Mis compañeros saben que siempre propusimos la vida adelante y no es la excepción hoy”, afirmó Morales, quien hiz oel mismo llamado la semana pasada.
El expresidente advirtió que la falta de respuesta concreta por parte del Gobierno en los temas críticos intensificó el descontento. “Al pueblo boliviano, en estos momentos difíciles de intolerancia y represión violenta, nos vemos obligados a denunciar la falta de respuesta del Gobierno”, expresó y resaltó su preocupación por el creciente clima de tensión y represión que ha afectado a sectores movilizados.
Según el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), el diálogo podría avanzar en dos mesas temáticas, una destinada a temas económicos y otra a cuestiones políticas. En la primera, se discutirían la escasez de combustible, la falta de dólares y el alza de precios en productos de la canasta familiar.
“Denunciamos que a través de la persecución judicial, militar, buscan escarmentar al pueblo exhibiendo a luchadores sociales como si fueran delincuentes, sin respetar el debido proceso y las garantías judiciales”, denunció Morales y criticó él encarcelamiento de al menos 17 marchistas quienes fueron acusados de terrorismo. Tal denuncia surge después de que el gobierno halló explosivos, toma de rehenes, instalaciones militares en los bloqueos protagonizados por sectores evistas.
Asimismo, Morales exigió la liberación de los detenidos durante las movilizaciones, quienes, según sus palabras, “son presentados como trofeos de guerra, despojados de sus derechos para aparentar fortaleza”. Para Morales, estos actos buscan amedrentar a los sectores sociales que se oponen a las políticas del Gobierno, razón por la cual insistió en la necesidad de contar con garantías para dirigentes nacionales, departamentales, regionales y el equipo técnico que participaría en el proceso de diálogo.
El expresidente también se refirió a las acusaciones sobre un supuesto desabastecimiento de combustible. Al respecto, desvinculó a las protestas de este problema. “Deslindamos nuestra responsabilidad de cualquier desabastecimiento de combustible porque las vías de abastecimiento no fueron cortadas. El pueblo sabe que hace dos años vivimos desabastecimientos constantes y hoy no es la excepción. El Gobierno no importa combustible porque no tiene con qué pagar, ese es problema de la gestión y no de las protestas”, aclaró.
En un esfuerzo por evitar “hechos de sangre,” Morales anunció una huelga de hambre para respaldar la demanda de diálogo y deponer temporalmente los bloqueos, en un gesto que busca abrir las puertas a la negociación. Esta medida habría comenzado el pasado viernes.
BD/RED