Los censores de la CBS emitieron un decreto: Elvis sería filmado exclusivamente de cintura para arriba
Era su forma de expresarse libremente. También de calmar su ansiedad. Y nada ni nadie pudo detenerle. Sus movimientos de caderas se consideraban obscenos. Sus sacudidas de pelvis eran provocadoras e indignaban a buena parte de la sociedad. Sin embargo, enloquecían al público. Era lo nunca visto. Llegaron a adjudicarle el sobrenombre de ‘Elvis The Pelvis’. Cuando actuó en Los Ángeles, los días 28 y 29 de Octubre de 1957, se presentaron allí los de la Brigada Antivicio cámara de vídeo en mano. Le advirtieron que se atuviera a las consecuencias: O ‘limpiaba’ su actuación o iría a la cárcel.
Eran los años 50. El conservadurismo político y social reinaba en Estados Unidos. Muchos creían que no había lugar para que un adulto masculino contoneara sus caderas y cantara ante un público compuesto en su inmensa mayoría por mujeres. Y ahí estaba Elvis Presley. A sus 20 años ya era una estrella regional del sur que hacía conciertos desde Tennessee a Texas. Pronto, bajo las alas del famoso promotor Colonel Tom Parker, firmó su primer contrato discográfico por la exorbitante suma (en la época) de 35.000$, grabó su primer single, ‘Heartbreak Hotel’ (también su primer nº1), y lanzó su primer álbum, homónimo. También llegaron sus primeras apariciones en televisión… y con ellas, la revolución.
De la noche a la mañana, un joven apenas conocido que salía de la nada, se había convertido en una gran estrella. Su primera aparición en la televisión pública fue en el programa de variedades Stage Show de los hermanos Tommy y Jimmy Dorsey. Firmó por seis actuaciones y le pagaron 1.250 dólares por cada una de ellas. Elvis siguió entrando en los salones de las casas americanas. Al mismo tiempo que deslumbraba a millones de fans, ciertos sectores de la prensa o del público se mostraban indignados y encontraban inaceptables sus caderas giratorias. Medios como el New York Herald Tribune etiquetó su actuación en el show de Steve Allen de la NBC “sin talento y vulgar”. El Sioux City Journal calificó uno de sus conciertos de “exhibición asquerosa”, y su presentación en el Milton Berle Show, le valió el apodo de ‘Elvis The Pelvis’.